La mirada del otro

Seamos realistas, cambiar el mundo quizá no sea tan fácil. Ese es el espíritu que se respira en medio de las calles de la universidad de Cheikh Anta Diop cuando un marroquí se cruza con una senegalesa y le pregunta la dirección a la facultad de ciencias políticas o cuando un indio pregunta a una voluntaria sobre el cambio de horario del taller de soberanía

alimentaria y género. Faltaban mapas y programas e información sobre los cambios de última hora, en definitiva hoy era complicado orientarse en el FSM.

No es un sentimiento de decepción sino de confusión y de choque con la realidad. Un foro así no es fácil y especialmente en su primer día de puesta en marcha.

Pero la ilusión y la energía no decaen en el campus de la UCAD. La diversidad deslumbraba hoy bajo el sol senegalés, telas de los más vistosos colores, sonrisas que sonríen en cualquier idioma, amabilidad por doquier, reencuentros de compañeros de lucha, música en directo, guiños, pieles de todos los colores y la increíble sensación de construir conjuntamente.

En un taller bajo una carpa a la sombra de la universidad de Derecho un campesino de Mali decía … ustedes los habitantes de los países “desarrollados” tienen de todo –televisores, coches, cocinas, comida rápida, ordenadores- de todo menos tiempo. Nosotros en África no tenemos nada, pero tenemos todo el tiempo del mundo.